Por el camino, nos paramos a merendar y a jugar en un parque cercano al colegio mientras esperábamos que llegase la hora del partido. En este parque, algunos de ellos hicieron amigos con los que estuvieron jugando una partidillo de fútbol que acabaron ganando por un ajustado 9 a 8.
Después de esto, estuvimos viendo jugar a un compañero, al que le hizo mucha ilusión vernos a todos allí apoyándolo en su partido y nosotros disfrutamos mucho viendo lo buen jugador de baloncesto que es.
“Me ha gustado mucho veros a todos allí animándome”. (Alfonso, 11 años)
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