Así somos

El Hogar de Tardes Mamá Margarita es un proyecto educativo integral de la Fundación Social Universal. Un lugar de protección y desarrollo donde los niños y niñas en situación de vulnerabilidad de Montilla pueden hacer valer sus derechos y crecer felices.

Para el Hogar de Tardes todos los niños y niñas merecen iguales oportunidades, independientemente del lugar de origen de su familia, de su raza o su credo religioso. Nuestra responsabilidad ciudadana es velar por los derechos de la infancia, estando especialmente interpelados, por proximidad, a atender a los niños y niñas de nuestra comunidad, que además son nuestros vecinos o los compañeros de clase de nuestros hijos. Estos niños y niñas necesitan y quieren desarrollar todo su potencial para convertirse en el futuro en mejores personas y profesionales.

En la actualidad acogemos a 44 menores con edades comprendidas entre los 5 y 14 años que cada tarde acuden a su “segundo hogar, donde se esfuerzan y trabajan, juegan, comparten, aprenden, lloran, ríen y donde viven y crecen de la mano de un equipo de educadoras y voluntarios que guían este proceso dando lo mejor de sí mismos.

El Hogar de Tardes es una ayuda y un refuerzo en el entorno familiar, prestado en coordinación con los servicios sociales municipales, los centros educativos y las familias de estos menores. Los niños y niñas tienen aquí monitores y educadores que les dan su afecto, los escuchan y acompañan cuando cuentan sus inquietudes, preocupaciones, problemas y cuando comparten los buenos momentos.

Todas las tardes reciben apoyo para hacer sus tareas y llevar bien el curso escolar, aprenden a asearse y llevar ropa apropiada y limpia, meriendan de manera saludable, reciben acompañamiento y orientación cuando tienen problemas de salud o de cualquier tipo. En el Hogar de Tardes se les prepara y anima para que participen en actividades extraescolares, para que se sientan incluidos en su entorno social y se potencian sus capacidades y habilidades personales. Se les brinda confianza y seguridad en sí mismos. En definitiva, cuentan con un acompañamiento permanente en su proceso de construcción y desarrollo personal.

Este proyecto singular comenzó su andadura en 2011. En estos años de trabajo por la defensa de los derechos de la infancia, este hogar ha crecido acogiendo poco a poco a más niños y niñas, ha aumentado su plantilla de educadores, voluntarios y colaboradores, ha diversificado sus actividades y mejorado la calidad en la prestación del servicio, esto es, acompañar a los menores día a día en su proceso de desarrollo y crecimiento personal, ayudándolos a construir y andar ese camino que deciden elegir y que les lleva a desarrollar sus potencialidades y a alcanzar sus sueños mientras viven su infancia, la que todo niño debe tener.