«Llega la Navidad con sabor de mazapán…»
Estar preparando la merienda y escuchar de fondo a uno de nuestros niños cantando un villancico tan divertido y compartiéndolo con el resto de compañeros y compañeras, hace que inconscientemente te vuelvas niña otra vez.
Y es que parece que después del puente de la Constitución, es imposible no contagiarse del espíritu navideño. Por ello, en el Hogar de Tardes, nuestros niños y niñas comienzan a tararear villancicos, a “ensuciarnos” de purpurina, a desear salud para el próximo año o poder jugar con libertad…
Toda esta ilusión, se plasma cada tarde creando nuestra propia decoración: árboles navideños personalizados, Reyes Magos reciclados de botellas de agua, copos de nieve de alfileres de la ropa, renos de Papá Noel con palos de polo… Esto lo hacemos porque algo que nos gusta mucho es TENER EL HOGAR DE TARDES BIEN BONITO.
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