El miércoles pasado tuvimos una tarde llena de emociones, sobre todo para l@s más peques.
Por un lado, nuestra dulce niña Ainhoa cumplía 5 años y lo celebramos con una una tarta de tres chocolates que nos trajo y que estaba para chuparse los dedos, mmmmm…!!
Por otro lado, nuestra compi, Carmen, nos decía adiós porque ya había llegado a su fin su periodo de prácticas de la universidad. Tuvo un detalle con tod@s los niños y niñas ya que les invitó a un gran bizcocho. Pero los pequeños, la clase que ella había estado apoyando, recibieron un regalo veraniego un poco más especial y que a todos les encantó. Fue una despedida muy bonita la que le hizo su clase, ya que sus niñ@s también tenían preparados algunos regalitos hacia ella. Entre todos habían hecho un álbum lleno de dibujos expresándole cuánto la quieren y dándole las gracias por su cariño y dedicación. 
Y es que, para tod@s los que formamos el Hogar, no fue un adiós, sino un «hasta luego seño»
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