Nuestros voluntarios: Rocío Sánchez

Compartimos con vosotros una entrevista que está recogida en nuestro Boletín En Equipo. Los reporteros Manu y Rocío se la hicieron el curso pasado a una voluntaria que tiene un corazón inmenso y que supo ganarse el corazón de todos los niños y niñas desde el primer día: Rocío Sánchez. Esperamos que os guste!!

Cuál es tu profesión?
Soy peluquera

¿Te gustan los niños?
Muchísimo

¿Te gusta e HTMM?
Sí, el Hogar de Tardes me encanta. Era algo que tenía en mente desde hace mucho tiempo y estoy encantada de formar parte de este gran equipo del que recibo muchísimo más de lo que ofrezco.

¿Por qué decidiste ser voluntaria en el Hogar de Tardes?
Porque siempre me han gustado los niños aunque estudie peluquería pero hice un curso de apoyo a la integración infantil y estuve trabajando en la guardería “Dumbo” un tiempo.
Luego volví a trabajar en mi profesión que es la peluquería, aunque a mí en realidad lo que me gustan son los niños.

¿Cómo está siendo tu experiencia como voluntaria aquí?
Maravillosa, me encanta porque me lo paso súper bien y me gusta mucho poder ayudar en todo lo que este en mi mano.

¿Te gustan las cosas que hacemos en el Hogar de tardes?
Si muchísimo.

¿Has sido voluntaria en otros sitios?
De voluntaria no. Cuando estuve en la guardería fue haciendo unas prácticas de un curso y luego me llamaron para trabajar.

Nos han contado que este verano has tenido en tu casa a un niño saharaui ¿ Te a gustado tenerlo?
Si, este verano he tenido en mi casa un niño saharaui de acogida porque siempre he tenido ganas de hacerlo y quise vivir la experiencia y ha sido maravillosa. Estoy ya deseando volver a tener a Mohamed aquí en mi casa!!

También nos han dicho que has ido a visitarlo a su casa hace poco tiempo, ¿cómo ha sido la experiencia?
Pues mi experiencia en los campamentos del Sahara ha sido maravillosa ya que he podido ver en primera persona lo felices que son allí a pesar de no tener nada. Las condiciones de vida son mínimas, el agua es muy escasa , se alimentan de los que reciben gracias a ONG y bancos de alimentos  y, a pesar de que comen a diario, la desnutrición es elevadísima ya que allí comer fruta, verdura… es un lujo. A pesar de no tener nada, nos han abierto las puertas de cada jaima ofreciéndonos lo mejor que tenían, ya que el pueblo saharaui se caracteriza por su hospitalidad. He podido visitar el colegio y me sorprendió ver como los peques andan hasta 3km para poder llegar a la escuela cargados con sus mochilas, esto les supone salir de casa a las 7 de la mañana!! Esta experiencia me ha servido para valorar todo lo que tenemos, por muy insignificante que sea…no sabemos lo que tenemos!!!!Pronto llegara junio y volverán todos esos niños saharauis que vendrán a pasar un verano mejor….ojala este año vengan más a nuestro pueblo junto con el mío.

Entrevistadores: Manu y Rocío


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