El Hogar de Tardes Mamá Margarita comenzó hace tres años como respuesta directa a una necesidad concreta del pueblo de Montilla. Tras un análisis de la realidad en el que se entrevistó a los agentes sociales y educativos de la localidad, se planteó la necesidad de un espacio en el que brindar a determinados menores, los apoyos necesarios para favorecer su desarrollo afectivo, social, físico y académico, en un ambiente cálido, afectivo, seguro, lúdico y educativo. De manera que estos niños puedan crecer sanos, felices, sintiéndose queridos, y construyendo un camino lleno de posibilidades.
Este objetivo de hacer un verdadero acompañamiento a los menores en su desarrollo y crecimiento personal hizo que distintas entidades montillanas se pusieran de acuerdo para trabajar juntas en pro del proyecto “Hogar de Tardes Mamá Margarita”. Un proyecto con una filosofía preventiva que busca la promoción social de los menores de nuestro entorno más cercano. Desde entonces, la Fundación Social Universal, los Servicios Sociales Municipales y los Centros Educativos de la localidad; trabajamos de manera coordinada y ponemos su granito de arena en este propósito.
El proyecto cuenta además con un valor añadido que lo enriquece y le da solidez. Al ser algo innovador en la localidad, ya que hasta ahora no se había trabajado de forma tan directa y continuada con estos menores, ha conseguido crear una “ola de solidaridad” en el pueblo de Montilla que hace que un importante número de personas, empresas, organizaciones y particulares, colaboren día a día para darle la riqueza que se merece. Es destacable la labor de un importante número de voluntarios que cada tarde asisten para participar en distintas tareas: transporte de ida y vuelta para los que viven más lejos, preparación de las meriendas, limpieza de los locales, refuerzo y apoyo escolar, talleres educativos y de tiempo libre, actividades en el exterior, etc. Pero su riqueza no solo se debe a los voluntarios directos; el Hogar de Tardes ha conseguido tener un grupo de apoyo indirecto que canaliza los recursos de todo aquel que quiera colaborar económicamente o en especie (ropa, comida, servicios, etc.) y que además organiza eventos para recaudar fondos, y, de este modo, poder dar continuidad al proyecto, especialmente en esta época de crisis. Todos estos colaboradores directos o indirectos hacen que el impacto social que el proyecto ha tenido en la localidad cale en el fondo de las personas e incremente en ellas la sensibilidad social y la creencia de que un mundo más justo es posible si todos ponemos de nuestra parte.
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