¿Dónde podré comprar un bolígrafo?

Hogar de tardes Mamá Margarita

“¿Dónde podré comprar un bolígrafo? Que se me ha gastado el que tengo y en mi casa no hay ninguno más. ¿Ninguno? ¿Ni un lápiz o un boli de otro color? No”

Hoy me han llegado 20 notificaciones de classroom para una chica, 4 folios de actividades de 8 asignaturas (cada una a entregar en una plataforma virtual diferente) y varios correos  y wasap para otra, y 10 capturas de pantalla de todo el trabajo a realizar esta semana de una tercera. No soy madre de estas chicas, soy su educadora, su acompañante en este camino de aprendizaje  tan “curioso” que les han impuesto. Pero como en todo, también está la otra cara de la moneda: Profesores preocupados y entregados (al menos muchos de ellos), víctimas también de esta situación. Perdidos y sin herramientas,  no lo dudo ni los culpo. Y yo me pregunto… ¿Es necesaria esta tortura?

Deben seguir el ritmo y además seguirlo con alegría, motivación y muuucha creatividad. Porque tienes que tener creatividad para pensar qué usar al hacer un trabajo de clase cuando en tu casa no hay ni pegamento, ni celo, ni nada que pegue…¿Uso pan mojado en agua? Y a mí se me caen dos lagrimones….lágrimas de impotencia ante un sistema que, independientemente de que haya coronavirus o no, no comprende hasta qué punto pueden llegar las limitaciones de cada familia, de cada niño, de cada niña…

Adolescentes rotos, agobiados, ensimismados, bloqueados… Si yo no puedo pensar con claridad…¡¡¡imagínate ellos!! Y les pido que se organicen y que hagan su planing semanal (ese que presencialmente ya han hecho conmigo tantas veces) y… ¡¡¡no son capaces de hacerlo!! Dicen que no saben, que si les puedo ayudar. Y claro que les puedo ayudar, pero me gustaría ayudarles solo y exclusivamente a estabilizarlos y no perder el tiempo en pelearme por si han entregado un resumen o no. Porque no sé si ese resumen les servirá de algo, pero lo que tengo claro es que si no intervenimos en la parte emocional, seguro que habrá secuelas. Y bastantes secuelas tienen ya!!!!

Entiendo que esta situación es un reto para todos…pero para algunas familias es una locura…. Familias con un nivel académico muy bajo o incluso que ni saben leer o escribir. Familias donde tener ordenador para hacer las tareas es lo de menos porque no saben cómo van a pagar el alquiler. Familias en las que las hermanas mayores deben cuidar de los pequeños y no tienen espacio, ni tiempo, ni cabeza para hacer las tareas. Familias que comparten habitación y hasta cama. En las que no hay espacio para un ordenador de sobremesa (que generosamente me regalan para ellas). Familias agobiadas, entregadas a sus hijos hasta niveles que ni me imaginaba y…no llegan…no es suficiente. Y se sienten angustiadas y tontas por no llegar. Y dolidas por recibir las críticas de los que piensan que no llegan porque no quieren… y no porque no pueden.

No, no es justo. Porque todas ellas son unas valientes. Unas luchadores y unos supervivientes.

Desde el Hogar de Tardes Mamá Margarita trabajamos sin descanso para reducir el impacto tan grande de esta situación. Hacer valer los derechos de la infancia cada día se vuelve más complicado, pero no nos rendimos.

Todas las educadoras nos formamos a contrarreloj  para que nuestras respuestas sean lo más sanadoras posibles. Trabajamos diariamente el plano emocional  y  académico de cada uno de los niños y niñas que tenemos, acompañamos a las familias y compartimos sus frustraciones.  Llegamos hasta donde podemos y poquito más allá en este sistema cada vez más desigual.

Miryam Ruz Serrano

Psicóloga HTMM

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